Por defecto profesional, tiendo a buscar sin quererlo las diferencias entre el antes y el después de muchas de las celebs actuales. Una de las cosas que más me gustan de los cambios de imagen es ver como se transforman las personas, no solo en la superficie sino en el interior. Cuando una persona se siente bien consigo misma es fácil que brille con luz propia y exprese su personalidad por completo.
Es evidente que no conozco a los personajes famosos en los que reparo y no puedo valorar un cambio real en su forma de ser pero si que se puede notar un cambio en la manera en que las percibimos. Una simple modificación de estilo puede restar años y por tanto, aportar frescura y viveza. Un color adecuado y un estilismo acertado pueden hacer que una persona realce su personalidad, sea más transparente al público, en este caso, y sea más creíble su interpretación, por ejemplo.
Es el caso de esta actriz británica de 25 años, Carey Mulligan. Nunca había visto como un simple corte de pelo puede realzar la personalidad de una persona, de ser una chiquilla que pasa desapercibida a ser el objeto de todos los flashes como joven icono de moda. No solo ha ganado en fuerza sino en autenticidad.
Este es el antes:
Y estos son los después, desde el primer corte a los garçon en tonos chocolate al rubio platino más llamativo... el maquillaje muy uniforme resalta sus rasgos y el rosa dulcifica su expresión, dándole ese aire de niña inteligente.
Luego vino el platino, que para mi gusto, aunque menos natural, le da un toque sofisticado años 40 muy favorecedor.
Ahora lleva una especie de melena Bob muy pegada. Creo que la añade años pero entiendo que marcar tendencias es parte de su trabajo como personajes públicos. Así que, ahí va una propuesta para este año 2011. Si no te atreves con el garçon, puedes empezar por este Bob adaptado. Fácil de peinar y fácil de llevar.
¿Que os parece la Carey Mulligan de ahora? ¿Os quedáis con el rubio platino o con el dorado que ha lucido en los últimos premios?
Hasta pronto,
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