Cita con Starbucks: la re-EVOLUCION del Frappuccino®

Casi quince días después de publicar el sorteo de Purificación García regreso para poneros al día de mis últimas citas con las tendencias veraniegas. Por cierto, Felicidadades a Fieltrocositas por haber ganado el concurso ¡¡¡

Está es la única palabra que repite mi mente hasta que a las 8.30 a.m. entro en Starbucks. Pido como siempre mi extra de cafeína en un Capuccino tamaño tall cargado de espuma y le añado montones de cacao en polvo. Soy de esas personas que no son nadie si no se han tomado el café de rigor. Repaso de agenda y de emails y OH¡¡¡¡ Starbucks me convoca a un encuentro exclusivo para bloggers. UN TALLER PARA PERSONALIZAR FRAPUCCINOS® ¡¡¡¡ 

20.00 p.m Llego al Starbucks y nos reciben en la puerta cual celebrities dándonos la bienvenida con un dossier de la actividad y una bolsita con un delantal, un polo y un vaso especial para Frappuccino®. Todo va sobre ruedas. La planta de arriba está reservada para nosotras y está todo organizado para la presentación. Hacía tanto tiempo que cogía el café para llevar que había olvidado lo cómodos que son los sofás ¡¡¡¡ 

Beatriz, Tomás y Benilde nos explicaron cómo nació el Frappuccino® y cómo habían mejorado la calidad y el proceso para que el sabor fuese más intenso con un sistema de 8 pasos¡¡¡¡. Cosa que luego nos enseñaron durante los talleres y donde pudimos comprobar que hacer un Frappuccino® no es tan fácil como puede parecer a primera vista¡¡¡ 

Nos distribuyeron en grupos de 3 personas por estación, que es el espacio donde se encuentran los montones de siropes, café, nata y otros increíbles ingredientes que utilizan para conseguir esas texturas cremosas. Cada grupo tenía un "profe" barista que te enseñaba el sistema de pasos y el porqué de cada paso. 

Había tanta variedad para personalizar nuestro Frappuccino® que no sabíamos que elegir. Base de crema? leche entera, de soja, desnatada o semi?, sabor a vainilla o a caramelo? Extra de café? Nata? Siropes? 

Nuestros ojos iban y venían con Carlos, nuestro "maestro cafetero" que tuvo mucha, mucha paciencia porque nos perdíamos a mitad del proceso. 

Hicimos de todo: especial de vainilla, de leche de soja con intenso sabor a fresa, de café con un aroma muy diferente a todo lo que esperas de un café y otro con todo tipo de aderezos de caramelo...ensayamos, degustamos, bebimos pero sobre todo nos divertimos¡¡¡

Hasta entonces nunca me había planteado que el café pudiese degustarse como el vino y mucho menos que pudiese importar con qué tipo de dulce lo combinas. Desde luego esto de las catas de café y té nos abrió a todo un mundo de nuevas experiencias y sabores que no nos habíamos atrevido a probar... y las organizan en todos los Starbucks ¡¡¡¡

Después de hacer nuestros super-Frappuccinos® con extra de nata y siropes nos esperaban en la terracita con una cata de café de Bali. En pequeños vasitos nos enseñaron la mejor forma de sacarle partido a la cafetera (ellos recomendaron las de émbolo) y destacaron la importancia del molido perfecto, el agua justa y el café necesario para disfrutar de todas las propiedades del este manjar.

La persona experta en cafés llamada Coffee Master nos invitó a oler el perfume del café de Bali con sabores amaderados y cacao. Se deben poner las dos manos alrededor de la nariz para que suba el aroma. Después sorbimos (sí, hay que sorber porque para hacer la cata hay que calentar el agua a 93º grados¡¡¡¡) y para no quemarte debe pasar el aire. Así que sorbimos y pudimos notar matices de chocolate y un punto cítrico al final... 

Pero lo que me dejó muerta es que con cada dulce, tarta o bollito el sabor del café también cambia. Juro que hasta entonces mi muffin de doble chocolate me sabía igual pero reconozco que aquello fue diferente¡¡¡

En este caso nos dieron unos deliciosos pastelitos de dulce de leche que suavizaron el sabor del café. Transformó su sabor fuerte y consistente en sutil y suave... delicioso porque soy de cafés de baja intensidad...

Para terminar, socializamos un poquito con el resto de bloggers y prometimos contactarnos para futuros eventos. Lucimos delantal y palmito en el photocall sin soltar nuestros "frappus" ni un momento y sonreímos cual estrellas de cine mientras los flashes se amontonaban. Alguien exclamó: ¡Ahora entiendo a las famosas, que duro es posar¡¡¡

Y entre carjadas, frappuccinos y agredecimientos nos despedimos encantadas de la vida por haber compartido un café de lo más diferente. 

¿Alguna vez os habíais preguntado este tipo de cosas? ¿Habéis ido a una cata de café?

Hasta pronto,